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VIGO

EL “BOOM” DE LA NÁUTICA

Vigo llena las plazas de amarre de los puertos deportivos: 1.200 puntos no llegan

José Teo Andrés

El Liceo Marítimo de Bouzas vive buenos tiempos en su puerto deportivo, a tope, como también el varadero. Tras años con problemas, el club mejor su posición y se consolida.
photo_cameraEl Liceo Marítimo de Bouzas vive buenos tiempos en su puerto deportivo, a tope, como también el varadero. Tras años con problemas, el club mejor su posición y se consolida.

19/MAR./22Los 1.200 puntos de amarre entre los cuatro principales puertos, insuficientes ante la demanda creciente+INFO

José Antonio Portela, presidente del Real Club Náutico, ante el varadero y parte del puerto deportivo de la entidad.

Portela: “En verano incluso tenemos que rechazar barcos”

En plena multicrisis, los puertos deportivos vigueses viven sus mejores momentos históricos, con todas las plazas llenas, listas de espera y el turismo náutico por todo lo alto. Y no son pocos los puntos de atraque: entre los cuatro principales (Real Club Náutico, Liceo Marítimo de Bouzas, Marina Davila y Punta Lagoa) suman más de 1.200 espacios habilitados para embarcaciones de recreo. A esta cifra tan elevada en principio hay que añadir amarraderos más pequeños, como San Miguel en Bouzas, o San Francisco, que se encuentran en la misma situación, al igual que otros de la Ría, como Vilaboa o Cangas, entre otros muchos. Un éxito inesperado que catapulta un sector que en el pasado reciente ha sufrido toda clase de contratiempos. Todos los clubes tienen lista de espera y buscan cómo ampliar su capacidad para aprovechar el tirón de turismo náutico. Coinciden en que necesitarían más espacio, aunque no lo hay.

El caso más llamativo es probablemente el Real Club Náutico: la construcción del nuevo puerto deportivo, con capacidad para 300 embarcaciones, casi provoca la desaparición de la entidad por la deuda que generó al coincidir con el “crack” de 2008. Llegó el concurso, despido de trabajadores y caída en picado de asociados, seguido de una cierta inestabilidad en la dirección. Todo eso ha quedado atrás, explica visiblemente satisfecho José Antonio Portela, actual presidente del club (en las últimas elecciones sin competencia) y el responsable económico en las dos anteriores. “Estamos prácticamente llenos, siempre hay plazas que tenemos que dejar para tránsitos, y siempre hay algunas plazas, hay sitio para alguien que venga. Sí estamos muy bien”, explica Portela. Destaca que necesitan más espacio, y no solo sobre la lámina de agua, sino también en tierra. “La semana pasada logramos algo más capacidad de barcos en la dársena antigua, llamamos a los constructores de pantalanes para poder ampliar porque tenemos un poco más de sitio”. El precio del alquiler de un lugar donde “aparcar” el barco varía en función de la vinculación con el Náutico. “Casi todos son socios del club. Lo que hacemos es que si los titulares de un barco son socio hacemos una rebaja”, explica. 

El Liceo de Bouzas suma 330 plazas tras haber logrado hace unos años un acuerdo con la Autoridad Portuaria sobre la lámina de agua y otros espacios anexos, importantes para hacer más viable el puerto deportivo. A día de hoy, y aunque probablemente resulte sorprendente, es el segundo club con más capacidad en Galicia, solo por detrás de Vilagarcía, señala su presidente, Miguel Pereira. “Marinas hay otras, pero como club somos el segundo de Galicia”. En Bouzas pasa lo mismo que en el Náutico: lleno total, aunque hay una reserva máxima de 43 plazas vacías, pero no vacantes, porque cuentan con 20 pre-reservas realizadas. “El resto seguramente, se volverá a ocupar como los años anteriores por la demanda de que hay”, afirma Pereira. En este sentido, anota el gran rendimiento que han conseguido sacarle al varadero. De hecho, el éxito es todavía mayor en este servicio anexo al club.  “Ya tenemos 120 embarcaciones en lista de espera para poder varar y realizar mantenimientos. Además, empezamos a recibir la demanda de información de precio, para ocupación de plazas para temporada de verano”, añade el presidente del Liceo. En su opinión, se trata de un fenómeno estable y al alza: “No percibimos que se vaya a bajar la demanda de servicios en el sector o al menos los que el club ofrece”.PUBLICIDADNissan Juke KiiroUn Crossover de películaRasca para descubrir a un héroe sobre ruedasDescúbreloInspired by

Con respecto al varadero, explica Miguel Pereira que ha aumentado mucho la demanda, y además de la lista de espera hay en estos momentos 19 trabajos de reparaciones en marcha. “Hemos notado que han aumentado las reparaciones, aunque de momento tenemos el mismo espacio para el mantenimiento”. El Liceo pasó una cierta crisis de socios de la que parece haber salido gracias a  modificaciones en el gimnasio y otros servicios y a día de hoy cuentan con 320.

El puerto deportivo del Náutico, con espacio completo, lo más visible por su posición céntrica.
El puerto deportivo del Náutico, con espacio completo, lo más visible por su posición céntrica.

“Al éxito ayudan muchos factores”, dice Davila

Joaquín Davila, de Marina Davila, cuenta la misma historia de éxito: el puerto deportivo situado en un extremo de la plataforma de Bouzas se encuentra a tope. Y tampoco hay plazas de varadero. “¿Cubiertas dentro de la nave?  Todo completo a máxima capacidad, en la  explanada y la nave no cabe ni un barco más”, señala. “A día de hoy en la marina estamos al 97 por ciento en plazas superiores a 12 metros y con un poco más de margen para inferiores”, explica. Marina Davila dispone de alrededor de 220 plazas, sin haber una cuenta exacta de la capacidad, ya que algunas son adaptables en función de la eslora. La pregunta que se repite con todos los clubes, ¿cuál es la explicación para este fenómeno? Joaquín Davila mantiene que hay muchos motivos para este éxito, y no solo uno. “Pero más que éxito es que hay muchos factores que ayudaron al crecimiento, pero también muchos más que lo están frenando en seco”, advierte, en relación con las trabas con las que se encuentran para poder realizar su actividad, cada vez más, así como el laberinto normativo. A todo ello hay que añadir las leyes estatales contrarias a cualquier actividad en las proximidades del litoral.

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